domingo, 22 de junio de 2008

El mate, mi mate, tu mate nuestro mate...






Soy matero!!, que le voy a hacer, tengo mi propio ritual y acá lo confieso, como todo buen vicioso Uruguayo del “Amargo” (el dulce es para las viejecitas sin dientes) tengo mis “manías”, lo prefiero con “espumita” y me molesta que lo dejen “corto” o “largo”, y más me calienta si lo “lavan” a las dos cebadas jejeje, ¿soy muy rompe bolas? bueno el habitante del Rio de la Plata me va a entender, para el que no…, que se busque un sudaca que se lo explique juas!.
Como me picó la curiosidad sobre el tema salí a buscar datos sobre la historia de esta costumbre nuestra y algo encontré que ahora comparto con ustedes en dos entregas:

El efecto de la yerba mate es básicamente estimulante cuya droga base es un alcaloide similar a la cafeína, llamado mateina, que reduce notablemente la fatiga
Su sabor amargo proviene de los taninos, la espuma, de los glicósidos


Algo de historia:

Los jesuitas se familiarizaron con las particularidades de la yerba mate y si bien en un principio la prohibieron bajo pena de excomunión por considerarla un vicio, prefirieron que los indios siguieran haciendo uso de ella en reemplazo de las bebidas alcohólicas a las cuales eran afectos.
En las primeras décadas del siglo XVII, perfeccionaron la técnica de cultivo a punto tal, que fue el primer producto exportable al resto de las provincias coloniales, obteniendo importantes beneficios económicos.
España, para competir con el té que comercializaban los ingleses, puso a la venta la yerba mate picada para hacer una infusión que se popularizó en Europa como el Té de los jesuitas.
Solo ellos conocían el secreto de la obtención de las semillas y sus características de cultivo que les permitió desarrollar plantaciones de yerba mate de alta calidad.
Pero los intereses de los terratenientes portugueses y españoles que veían en la incipiente república jesuítica, un peligro para sus encomiendas y considerando que la Compañía de Jesús solo acataba las directivas del Papa, determinaron su expulsión de América en 1767 por orden de Carlos III de España.
A partir de este hecho, se pierde la tradición del cultivo sistemático y racional de la yerba mate con el consiguiente abandono de los yerbatales, recién a partir de las investigaciones de Federico Neumann, comienza el cultivo racional de la yerba mate y hacia 1911 se produce la verdadera expansión. Actualmente el consumo de yerba mate está fuertemente arraigado en Uruguay, Paraguay, Argentina y en la localidad de Santa Catarina en el sur de Brasil.

Fin de parte uno.





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