viernes, 12 de marzo de 2010

Entre el olvido y el perdón (o ni uno ni lo otro...)



"Todos hemos dicho o pensado en alguna ocasión: "Esto no te lo perdonaré nunca". Así suponemos que el principal daño se lo estamos haciendo a la otra persona. Pero el único y mayor daño nos lo hacemos a nosotros mismos, ya que, para perdonar, necesitamos recordar permanentemente aquello que nos hirió, juntando rabia, desilusión, frustración y resentimiento. De este modo, si no nos olvidamos de lo que nos hirió, nuestra vida se convierte en una acumulación de emociones negativas que nos impiden crecer.



Lo mismo sucede si el error lo cometimos nosotros y no dejamos de reprocharnos constantemente el haber hecho o dicho algo incorrecto, ya que esto nos impide la posibilidad de una reparación saludable.

Aprender a perdonar y a perdonarnos es la única manera que tenemos para dejar atrás una mala experiencia y empezar de nuevo. Perdonar nos libera de la carga de sostener permanentemente la herida abierta y nos ayuda a construir el presente sin las sombras de un pasado doloroso. Perdonar es dejar atrás el dolor y mirar hacia delante con ilusión, confianza y seguridad.
Nada es imperdonable. Pero no se trata de perdonar por perdonar ni tampoco de poner la otra mejilla. Perdonar es atrevernos a poner un punto final a la situación, entendiendo que hay circunstancias que pueden ser reparadas y en las que el vínculo puede continuar, mientras que en otras no es posible ni lo uno ni lo otro, lo que implica dejar atrás lo que teníamos. Y si bien esta es la decisión que resulta más difícil de tomar, también es la más sana."

Sirio


Qué dificil es perdonar, cuánto más dificil el olvidar cuando las mariposas insidiosas del recuerdo, asoman con su triste aletear en el  recodo de cada momento, recordando y haciendo sangrar la herida que tánto nos duele...

Yo


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